ATARDECER

Comencé a caminar sin rumbo fijo, absorta en mis pensamientos.
Mis pies ya reclamaban un descanso y decidí complacerles.

Allí sentada, mirando al horizonte, me di cuenta de la belleza que había frente a mi y de la que no había ni siquiera reparado.

El sol estaba lenta y timidamente escondiéndose, con un ritmo armonioso, casi esperando unas palabras antes de desaparecer.
-- Por que dejas que ahora pueda observarte?
-- Al final de mi recorrido me gusta que la gente puede tener la oportunidad de despedirse del día que les he ofrecido.
Unos lo hacen emocionados y dandome las gracias porque una vez más han podido disfrutar de un día más en su vida. Los hay que quieren atraparme entre sus manos para que no me aleje y siga brillando en lo más alto en ese día especial.

Otros clavan sus enojados ojos en mi, deseando ver como desaparezco, esperando que mi próxima jornada sea mejor.

Me miro expectante esperando mi reacción. Quería saber cual iba a ser mi despedida.

Cerré los ojos, sentí su brillo a través de mis párpados y sólo le dije........

-- Gracias por estar ahí.
Agradeceré todos y cada uno de los días que pueda verte.

Gala