
Había metido todo en su maleta, quería alejarse de allí, de esa casa, de esos recuerdos, de él.
Su corazón estaba herido, su cuerpo cansado y su mente confundida. Sentada en la cama, aún seguía buscando una explicación a esa gran mentira que había convivido con ellos durante tanto tiempo y que al final él le había confesado.
Sus palabras aún resonaban dentro de sus oídos y el dolor había hecho demasiado mella.
Sin quererlo, miles de recuerdos comenzaron a agolparse en su mente.
Sin quererlo, miles de recuerdos comenzaron a agolparse en su mente.
Pensaba en todo el amor que se habían dedicado, en las horas vividas juntos, en las continuas caricias, en su complicidad, en sus horas de amor.
Se negaba a que esos pensamientos la convencieran para quedarse, a que los sentimientos afloraran …a perdonarle.
Cerró los ojos y solo quiso escuchar a su corazón.
Unas lágrimas resbalaron por su rostro, se levanto y tranquilamente deshizo la maleta.
Le amaba demasiado, se amaban demasiado.
Se negaba a que esos pensamientos la convencieran para quedarse, a que los sentimientos afloraran …a perdonarle.
Cerró los ojos y solo quiso escuchar a su corazón.
Unas lágrimas resbalaron por su rostro, se levanto y tranquilamente deshizo la maleta.
Le amaba demasiado, se amaban demasiado.
Gala