LA PRIMERA VEZ

Ese día fue a su encuentro con una sonrisa más amplia que de costumbre. En su mano apretaba fuertemente una llave que no dudo en enseñársela en cuanto la vio.

Quería estar a solas con ella, dejar de esperar a que la noche cayera para buscar un lugar apartado, fuera de todas las miradas.
No era lo que él hubiese deseado, la habitación era pequeña, con las paredes decoradas con un papel un tanto amarillento, olor a añejo y muebles poco confortables.

Quiso darle el toque romántico que le faltaba y coloco sobre una mesa un ramo de flores.
Al entrar , algo les recorrió de pies a cabeza y no acertaron a decir ni una sola palabra.
Se dirigieron hasta un pequeño sofá y él la invito a sentarse.
No sabían que hacer, se quedaron sentados uno al lado del otro sin hablar.
Estaban deseando tocarse, abrazarse, demostrarse su amor al igual que hacían cada día pero ese momento era distinto, sabían que iban a llegar más lejos y les dominaba el miedo de la inexperiencia.

Cogió su mano y la beso, ella levanto su avergonzado rostro y le dedico una sonrisa.

Era la primera vez que estaban a solas, la primera vez que iban a dar rienda suelta a su pasión... era su primera vez.
Fue acercándose poco a poco, beso su cuello y con manos temblorosas comenzo a desabrochar su blusa.

Un precioso y delicado color rojo apareció en el rostro de ella a la vez que se estremecía por completo.

Como si sus pensamientos se hubiesen hecho complices, miraron la cama y cogidos de la mano se acercaron a ella.

Siguió desnudándola poco a poco, con suavidad, con ternura, con mimo, con juvenil lujuria.

Sus manos la acariciaban como se acaricia una delicada flor, casi rozándola, con miedo.

Se dejaron llevar por el deseo, por sus instintos, por su amor.

La amo despacio, cuidadosamente, con una suavidad que ni él mismo hubiese imaginado.

Perdieron la noción del tiempo, no dejaron ni un solo poro de su piel por besar, vivieron un momento que quedaría grabado en sus mentes para toda la vida.

Al amanecer, colocó unas flores junto a ella , la miro mientras dormía y se sintió inmensamente feliz.

Gala